Yo no quiero un amor civilizado, 
con recibos y escena del sofá; 
yo no quiero que viajes al pasado 
y vuelvas del mercado 
con ganas de llorar. 
Yo no quiero vecínas con pucheros; 
yo no quiero sembrar ni compartir; 
yo no quiero catorce de febrero 
ni cumpleaños feliz. 
Yo no quiero cargar con tus maletas; 
yo no quiero que elijas mi champú; 
yo no quiero mudarme de planeta, 
cortarme la coleta, 
brindar a tu salud. 
Yo no quiero domingos por la tarde; 
yo no quiero columpio en el jardin; 
lo que yo quiero, corazón cobarde, 
es que mueras por mí. 
Y morirme contigo si te matas 
y matarme contigo si te mueres 
porque el amor cuando no muere mata 
porque amores que matan nunca mueren. 
Yo no quiero juntar para mañana, 
no me pidas llegar a fin de mes; 
yo no quiero comerme una manzana 
dos veces por semana 
sin ganas de comer. 
Yo no quiero calor de invernadero; 
yo no quiero besar tu cicatriz; 
yo no quiero París con aguacero 
ni Venecia sin tí. 
No me esperes a las doce en el juzgado; 
no me digas "volvamos a empezar"; 
yo no quiero ni libre ni ocupado, 
ni carne ni pecado, 
ni orgullo ni piedad. 
Yo no quiero saber por qué lo hiciste; 
yo no quiero contigo ni sin ti; 
lo que yo quiero, muchacho de ojos tristes, 
es que mueras por mí. 
Y morirme contigo si te matas 
y matarme contigo si te mueres 
porque el amor cuando no muere mata 
porque amores que matan nunca mueren.